Gestión financiera: ¿Qué es y cuál es su principal objetivo?

Sirve para conocer el valor real de una empresa, determinando los recursos que se necesitan y cómo deben ser administrados de manera eficiente. En este artículo descubrirás el objetivo que persigue y el proceso que debe cumplir para tal fin.

En el entorno empresarial actual, la gestión financiera es una de las mayores exigencias, que también debe ser considerada por los emprendedores y por los microempresarios, ya que es determinante para que puedan fortalecer su capacidad de organización. Con la aplicación de esta actividad, se logra la integración de todas las áreas de un negocio para alcanzar cada uno de sus objetivos estratégicos. 

¿Qué es la gestión financiera?

Es una disciplina que se utiliza para determinar el valor de una empresa, y cómo se deben asignar los recursos. Contempla cómo se adquieren, invierten y administran dichos recursos. Esto quiere decir que la gestión financiera empresarial analiza las decisiones y las acciones que están relacionadas con los medios financieros, necesarios para cumplir con las tareas organizacionales, contemplando la manera de lograrlos, de utilizarlos y de controlarlos.

En el libro Gestión financiera (2010), el profesor de economía financiera y contabilidad, Andrés Pablo López, expone que “a la gestión financiera de la empresa le corresponde analizar las necesidades de recursos financieros, su costo y la forma más conveniente de obtenerlos, así como estudiar y decidir respecto a la viabilidad económica y financiera de las inversiones”. Esto implica la valoración y la toma de decisiones financieras, desde la inversión y de la financiación.

De esta manera, la gestión financiera de una empresa se encarga de analizar cómo obtener, conservar y utilizar los recursos económicos, de manera óptima, definiendo si se utilizan recursos propios o de terceros. Las diferentes tácticas financieras que se utilizan en la gestión, tienen el propósito de elevar la eficiencia y la rentabilidad del negocio.

Objetivo de la gestión financiera

El experto en investigación de administración financiera, Marcial Córdoba Padilla, explica en su libro Gestión financiera (2011), que esta rama de las ciencias empresariales es muy importante porque tiene como objetivo principal controlar las actividades, por medio de la consecución de nuevas fuentes de financiación, buscando la efectividad y la eficiencia operacional. Esto va de la mano con garantizar la confiabilidad de la información financiera para cumplir con las regulaciones y las normas aplicables.

Por su parte, la gestión económica y financiera de una empresa, también busca proteger al consumidor, ofrecer salarios justos a los trabajadores, mantener prácticas éticas de contratación y condiciones seguras de trabajo, así como garantizar la asignación equitativa de recursos. Con ello, además, cumple con otros objetivos asociados, como se detallan a continuación:

• Aumentar el capital de los accionistas. Esto implica ofrecer más rentabilidad a quienes colocan su dinero en la empresa, cumpliendo con las expectativas que tenían al asumir el riego de inversión.

• Incrementar las utilidades. Significa la generación de beneficios económicos con cada ejercicio fiscal, representando un objetivo a largo plazo para poder mantenerse en el tiempo.

• Mejorar retribución de la administración. Requiere de diversas acciones que permiten obtener el mayor rendimiento de los recursos organizacionales, por medio de estrategias de inversión.

• Garantizar la responsabilidad social. Para cumplir con la función social que se espera de cualquier organización, es necesario que establezca programas que beneficien a la sociedad.

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Proceso de gestión financiera

Está conformado por diversas actividades que son recurrentes durante el año presupuestario, y otras acciones que están relacionadas con los servicios. Para entender mejor el proceso de gestión administrativa y financiera, es necesario conocer las siguientes etapas que deben cumplirse:

1. Identificar y definir las necesidades

La primera etapa de este proceso empresarial es determinar las necesidades de la organización —adquisición de materia prima o de maquinaria, cubrir gastos de procesos de manufactura, de transporte y almacenamiento o de campañas de marketing, así como nuevas contrataciones, entre otras— y los recursos —materiales o humanos— que necesitan ser cubiertas. Para ello, se apoya con la elaboración de un presupuesto.

2. Seleccionar las alternativas de financiamiento

Al conocer las necesidades financieras, se debe analizar la estructura económica de la empresa para buscar las fuentes que las financiarán, puede ser utilizando recursos propios o de terceros. Si se requiere financiamiento externo —crédito bancario, mercado de capitales u otro instrumento—, es necesario analizar los plazos, la tasa de interés y el resto de condiciones, para determinar cuál es la opción más pertinente.

3. Administrar los recursos

Es necesario que los recursos sean distribuidos lo más eficientemente posible y responder a las obligaciones más importantes, como prioridad, para luego responder al resto de asignaciones. De esta manera, se debe cumplir con las metas que esperan los socios, los clientes, los empleados y los proveedores, para lo cual se deben monitorear los indicadores financieros, como la solvencia, la liquidez y el endeudamiento.

4. Garantizar el flujo de efectivo

Se trata de una fase que se mantiene durante todo el proceso, ya que se debe garantizar que la organización cuente con el flujo de efectivo suficiente para cumplir con los gastos operativos —sueldos y salarios, pago a proveedores, renta de oficinas, compra de insumos y pago de servicios, entre otros—. Asimismo, se aseguran los medios para pagar el financiamiento externo que pudiera haber sido utilizado.

5. Evaluar las acciones de la gestión

Esta etapa es determinante para el cumplimiento del proceso de gestión financiera, por lo que se debe analizar cada una de las necesidades detectadas al inicio, para establecer si los planes de inversión fueron efectivos, por medio del cálculo del valor neto y de las ganancias. Lo que se busca es que el resultado final siempre sea positivo, ya que esto significa que la gestión ha sido efectiva para la organización.

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Indicadores de gestión financiera

Para poder medir la efectividad de la gestión de las finanzas empresariales, deben determinarse una serie de indicadores. También conocidos como inductores o razones financieras, establecen una relación numérica que sirve para presentar la información en porcentajes o en números enteros. Se utilizan para medir la situación interna y externa de la organización, evaluar las opciones seleccionadas y comparar el impacto de los resultados. Los siguientes son los cuatro indicadores financieros más comunes:

• Liquidez. Mide la capacidad que tiene una organización para responder a sus obligaciones a medida que van venciendo, lo que implica que las deudas deben ser pagadas a corto plazo. Se calcula dividiendo el total de activos entre el total de pasivos.

• Endeudamiento. Se evalúa en el corto y el largo plazo, mostrando los niveles de endeudamiento de la empresa en un período determinado, lo que sirve para evaluar el riesgo que está asociado. Este valor se obtiene al dividir el total de pasivos entre el total de activos.

• Actividad. Evalúa la eficiencia de una empresa al utilizar sus activos en un año. Determina la capacidad instalada de un negocio, y también mide las ventas y las cuentas por cobrar. Se determina dividiendo las ventas netas a crédito entre las cuentas por cobrar.

• Rentabilidad. Luego de descontar la provisión de impuestos, se mide la rentabilidad obtenida del objeto social del negocio, sin considerar otros ingresos. Se calcula dividiendo la utilidad neta entre las ventas netas, el valor obtenido debe multiplicarse por 100.

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La gestión financiera empresarial necesita vincularse con su entorno, con lo cual puede dirigir sus acciones para establecer las oportunidades y las amenazas a las que se puede enfrentar la organización. Al llevarla a cabo de manera eficiente, se logran identificar los recursos necesarios para que la empresa pueda obtener distintas ventajas competitivas en todas sus áreas funcionales.

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