¿Cuáles son los riesgos de las inversiones financieras?
Edwin Prieto
Última actualización: 22/12/2022
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Existen muchos tipos de riesgos que afectan a las inversiones y tienen que ver con el mercado, el capital, el tipo de cambio y hasta con la inflación. Conocer sobre esta clasificación y los niveles de peligro, es esencial para obtener las mejores ganancias por el dinero invertido.
Cuando se realiza una inversión hay que tener en cuenta dos aspectos. Por una parte, se debe considerar el rendimiento económico que se desea obtener. Por la otra, es necesario contemplar los riesgos que existen para lograr la rentabilidad. Lo importante es asumir un nivel de riesgo adecuado para equilibrar la situación financiera con las ganancias que se quieren conseguir. De esta manera, hay que saber de qué se trata.
¿Qué es un riesgo de inversión?
Es la posibilidad de tener algunos problemas con la rentabilidad de la inversión, que van desde perder totalmente el dinero invertido inicialmente hasta obtener menos ganancias de las esperadas. Todas las inversiones traen consigo un grado de inseguridad que se debe asumir, sin embargo, es crucial conocer cuál es el Valor en Riesgo (VaR) para considerar qué tan pertinente es invertir.
El VaR permite conocer la pérdida que podría sufrir la inversión —generalmente entre 1 y 5 %— considerando un intervalo de tiempo y cierto nivel de confianza. Se puede calcular como VaR paramétrico, mediante datos de rentabilidad estimados. También puede ser VaR histórico, que se basa en ganancias anteriores, asumiendo que se repetirán. Y, además, está el VaR por Montecarlo, que se obtiene a través de un software informático.
¿Cuáles son los tipos de riesgos de inversión?
Una vez entendido lo que significa el riesgo y luego de haber calculado el VaR, hay que conocer cuáles son los tipos de riesgos de cualquier inversión. Esta información le permite al inversionista tomar en cuenta todos los aspectos que pueden estar en contra de su propósito financiero. Por lo que, es sumamente importante identificar cada uno de los riesgos que se detallan a continuación:
Riesgo de capital. Está directamente relacionado con las variaciones que afectan diariamente al precio de las acciones, ya que dependen de la demanda y la oferta en el mercado. Si el precio de dichas acciones baja, la inversión tiene pérdidas.
Riesgo de cumplimiento. Generalmente, afecta a sectores como el bancario, el eléctrico y el energético. Se presenta cuando el ente en donde se invierte tiene pérdidas financieras, sufre sanciones legales o administrativas, o pierde la reputación por incumplir con las leyes.
Riesgo de liquidez. Se establece cuando existen dificultades en el mercado y la inversión no es correspondida con las ganancias debidas por falta de liquidez. Debido a ello, se experimenta una pérdida leve del valor y una lenta recuperación de lo invertido.
Riesgo de tipo de cambio. Conocido también como riesgo de divisas, ocurre cuando se invierte en el exterior, en una moneda distinta, y se presentan fluctuaciones a la baja en el tipo de cambio, lo que puede repercutir negativamente sobre la inversión.
Riesgo de tipos de interés. Surge cuando los tipos de interés del mercado tienen variaciones significativas, afectando directamente a todos los activos. Aunque, tienen más riesgo los bonos y las acciones preferentes, por lo que si el interés sube, el precio de los bonos disminuye.
Riesgo del mercado. Es también conocido como riesgo sistémico o no diversificado. Se genera debido a las fluctuaciones o variaciones que afectan al mercado, las cuales impactan sobre la inversión, debido a la inestabilidad que se establece.
Riesgo emisor. Significa la posibilidad de perder las ganancias y el capital, porque la entidad en donde se encuentra la inversión, no responde a las obligaciones contraídas por presentar insolvencia. Esta situación imposibilita obtener las ganancias prometidas.
Riesgo no sistémico. Se le conoce, adicionalmente, como riesgo diversificado y solo afecta a una determinada empresa, ya que está condicionada por factores particulares, debido a que depende de situaciones internas. Sin embargo, no se afecta la industria a la que pertenece.
Riesgo por inflación. Este tema tiene relación con las economías menos estables, porque la inflación disminuye el poder adquisitivo del dinero. Esto implica un retorno negativo de la inversión. Es un riesgo afecta en mayor medida a las inversiones en efectivo o en bonos.
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¿Cuáles son los niveles de riesgo?
Para poder tomar buenas decisiones de inversión, es importante entender que la manera de invertir dependerá de la tolerancia al riesgo. Para ello, existen tres maneras de identificar los riesgos de una inversión y se caracterizan por el nivel de peligro que representan. En este sentido, puede ser una operación con riesgo bajo, medio o alto.
Riesgo bajo. Tiene pocas posibilidades de pérdidas y se caracteriza porque la rentabilidad esperada es baja, como sucede con los depósitos a plazo fijo o los fondos de inversión de renta fija, manejados por el gobierno o los bancos.
Riesgo medio. Se puede obtener una rentabilidad mejor, pero la inversión requiere de mayor capital. En este caso se consideran los bonos de deuda, los inmuebles y los fondos de inversión de renta variable.
Riesgo alto. Existe una mayor volatilidad del mercado, pero los rendimientos son superiores. Considerando que la complejidad es más alta, se debe estudiar muy bien la inversión para reducir las pérdidas en acciones bursátiles, divisas o derivados.
¿Cómo gestionar el riesgo de inversión?
Para una administración eficiente del riesgo de inversión, es determinante diseñar un plan financiero diversificado y hecho a la medida de las capacidades del inversionista. Resulta muy recomendable combinar inversiones tradicionales con las no tradicionales, con ello se puede aumentar el patrimonio durante el período estipulado para invertir. Claro está, siempre hay que analizar y evaluar muy bien el riesgo implícito.
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